A PHP Error was encountered

Severity: Notice

Message: Undefined index: HTTP_ACCEPT_LANGUAGE

Filename: libraries/Language.php

Line Number: 16

Backtrace:

File: /home/ywrapjq05pjd/public_html/application/libraries/Language.php
Line: 16
Function: _error_handler

File: /home/ywrapjq05pjd/public_html/application/controllers/Blog.php
Line: 11
Function: set

File: /home/ywrapjq05pjd/public_html/index.php
Line: 316
Function: require_once

CEMAEL | EL ARTE DE INVOLUCRAR A LA PERSONA



EL ARTE DE INVOLUCRAR A LA PERSONA



Alfried LÄngle, M.D., Ph.D

Resumen

Desde un punto de vista existencial, la motivación involucra esencialmente a la persona (con su habilidad específica de tomar decisiones) en su mundo. Por ello, ésta puede ser definida como un proceso en movimiento dialógico desde la realidad presente y dada, hacia las intenciones y las metas de una persona.

Desde esta perspectiva, la motivación es una expresión (muchas veces inconsciente) de la intención humana de llegar a ser, de situarse en la existencia. Este proceso se despliega de acuerdo a los temas fundamentales de la existencia. Por ello, la motivación está fundamentalmente vinculada a la estructura de la existencia, la cual moldea la sustancia de la motivación. Operacionalmente, la motivación conecta con el poder de la persona (espiritual o noético), como se describe en el Análisis Existencial Personal (AEP).

La intención de este trabajo es mostrar la relación entre la estructura de la existencia y los procesos motivacionales. De acuerdo con las “cuatro piedras angulares de la existencia” una persona debe, en primer lugar, aceptar su estar en el mundo, luego su propia vida y, finalmente, su identidad. Posteriormente a estas tareas, la persona está abierta y dispuesta a entrar en relaciones en un contexto (horizonte) más amplio, desde el cual deriva el sentido personal. Este proceso ha sido documentado a lo largo de 20 años de investigación empírica fenomenológica.

Además, estos cuatro aspectos fundamentales de la existencia forman una matriz para la comprensión psicopatológica de los desórdenes psicológicos y proveen un trasfondo para las intervenciones clínicas. Ellos representan el modelo estructural (o el contenido básico) de la Psicoterapia Analítico-Existencial actual.

Palabras claves: Motivación, Psicología Existencial, Análisis Existencial, Motivaciones Fundamentales de la Existencia.

1 Trabajo leído en el Congreso INPM, en Moscú, junio 12 de 2002.

 

 2 1. ¿Qué origina a la motivación?

La discusión acerca de la motivación está siempre presente en las ciencias sociales, incluyendo la psicología, psicoterapia, pedagogía, sociología y política, como también, en marketing y economía. Parece obvio que necesitamos de suficiente motivación para lograr las tareas de nuestras vidas, para la creatividad, el crecimiento, para funcionar socialmente y en la realización personal. Sin embargo, la pregunta substancial, surge inevitablemente, sobre la naturaleza de la motivación: ¿necesitamos realmente motivarnos por fuentes externas o estamos intrínsecamente y originariamente motivados debido a nuestra propia naturaleza? ¿Es la esencia de lo que llamamos el “proceso motivacional” un acto de recibir algo? ¿O es que el proceso motivacional consiste, simplemente, en dar forma a este primordial, omnipresente proceso? Si esto último fuera cierto, entonces, motivar a alguien requeriría simplemente suministrar una dirección para aquella energía preestablecida. Esto podría implicar que nosotros no ayudamos a que la gente se motive, sino más bien los ayudamos a encontrar el camino más apropiado para implementar la fuerza motivacional existente en sus vidas. El proceso motivacional podría entonces proveer un tema, una dirección para la intencionalidad, una razón para la decisión y podría revelar el valor de una acción particular para la propia vida. En otras palabras, motivar a alguien implicaría ayudarlo a encontrar las posibilidades, los valores, la autenticidad y el sentido por lo que hace. Alfred Adler o George Kelly (cf. Brunner et al. 1985, 290) opinan que el ser humano está originariamente motivado por su naturaleza y no requiere ninguna fuente externa de estimulación. Este punto de vista fue compartido por Viktor Frankl, uno de los discípulos de Adler y seguidor de su corriente. Esta posición también fue sostenida por los “potencialistas” del movimiento de psicología humanista, como Carl Rogers (1961) quien argumentó que si las circunstancias son favorables para la actividad, los humanos desarrollan todas sus actividades y potenciales por sí mismos.

 

2. “La Voluntad de Sentido” de Frankl

Para Frankl, nosotros estamos verdaderamente motivados2 por tendencias biológicas y sociales, pero en primer término y más profundamente por nuestra “voluntad de sentido” personal. Esto significa que cada persona se mueve, fundamentalmente, por una búsqueda espiritual para lograr una comprensión más profunda de las experiencias y actividades personales. A esta fuerza motivacional se la considera el resultado directo de la esencia de la “naturaleza” humana. La búsqueda espiritual así como la voluntad de sentido se observan y originan en la dimensión espiritual (= dimensión noética o personal) de la persona.

2 Se utilizará una formulación general masculina para facilitar la lectura, aunque abarca igualmente a ambos géneros

De acuerdo con la teoría de Frankl de la logoterapia (1973, XVIII ff.; 1959, 672) esta dimensión espiritual está marcada por los tres potenciales humanos básicos3 : “espiritualidad psicológica”4 , libertad y responsabilidad. La pregunta por el sentido y el proceso de la motivación primaria, pueden ser, por lo tanto, entendidos como necesidades concomitantes en esta dimensión. Básicamente ellas constituyen el desafío creado por nuestra libertad.

Paradójicamente, la libertad trae consigo una compulsión por elegir- ser libres significa que estamos forzados a elegir-. Un prerrequisito para hacer cualquier elección real es la comprensión de ambos aspectos: el contenido y el contexto en el cual la decisión se va a hacer. El objetivo intencional de la voluntad surge desde este horizonte, y si es adoptado por el individuo, se vuelve un valor, probablemente el valor más alto, en dicha situación. Estos son los elementos constitutivos del sentido existencial: El valor más grande (el más elevado o el más profundo) en la situación dada que el individuo puede visualizar y comprender para ser la forma de alcanzar sus habilidades. Así, la motivación primaria de Frankl resulta ser una consecuencia inmediata de la realización de la voluntad personal, la expresión humana de la libertad.

Frankl desarrolló su concepto logoterapéutico de motivación en una época dominada por el determinismo, reduccionismo, subjetivismo y monadologismo, todos temas que él combatía fervientemente.

A pesar de que estas ideas imperaban durante su educación, sus logros personales y científicos en la logoterapia constituyen una evidencia de que Frankl pudo trascender estas tendencias.


síguenos

Reciente en Facebook